ENTREVISTA
Entrevista a Fina Lladós, presidenta de Farmaindustria
En octubre del año pasado, Farmaindustria presentó el informe “Sostenibilidad en cifras: impacto social y medioambiental de la industria farmacéutica”. ¿Cuáles considera que son los principales compromisos y retos del sector en materia de ESG?
Lo primero que me gustaría señalar es que la industria farmacéutica innovadora ha situado la sostenibilidad en el centro de su estrategia para que impregne todo lo que hace, desde la investigación hasta la comercialización de nuevos tratamientos. Y esto es lo que hemos querido reflejar es este documento pionero en España y que analiza el compromiso del sector con los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza).
En materia medioambiental, las compañías farmacéuticas están dando pasos decididos. El 80% de las grandes empresas del sector ya han adquirido compromisos de cero emisiones netas para 2040, superando las exigencias de los Acuerdos de París. En el caso de España, el 70% de la energía que consume el sector procede de fuentes renovables. Además, gracias a políticas de ecodiseño y prevención aplicadas a través de SIGRE, se han logrado reducir en más de un 25% el peso de los envases y reciclar cerca del 70% de sus materiales que los ciudadanos depositan en los Puntos SIGRE de las farmacias.
En el ámbito social, las compañías farmacéuticas destacan por su aportación directa a la mejora de la salud y el bienestar de la población. La innovación biomédica ha sido clave en el aumento de la esperanza de vida y tratamientos recientes han contribuido significativamente a la mejora de patologías de alta incidencia como el cáncer o las enfermedades raras. Hasta que no pasen unas décadas no vamos a ser realmente conscientes del impacto que ya están teniendo la medicina de precisión, las ciencias ómicas o la inteligencia artificial en enfermedades que hasta el momento no tenían respuesta.
Finalmente, en cuanto a gobernanza y transparencia, nuestro compromiso se traduce en hechos concretos. Desde 2002, la industria cuenta con un Sistema de Autorregulación basado en un Código de Buenas Prácticas que regula la promoción de medicamentos y las relaciones con profesionales, organizaciones sanitarias y asociaciones de pacientes. Este marco ético, reforzado por la publicación anual de todas las colaboraciones y la adopción de un código pionero en protección de datos en investigación clínica, ha convertido al sector en un referente en transparencia para otras industrias.
La industria farmacéutica se posiciona, así, como un actor estratégico en la construcción de un futuro más sostenible y saludable, una responsabilidad que, como apunta el propio informe, va más allá del cumplimiento normativo.
El nuevo Plan nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN) 2025-2027, prevé la realización de campañas específicas de difusión sobre la importancia de depositar los excedentes de antibióticos en los Puntos SIGRE. ¿Qué importancia tiene el medioambiente en el enfoque One Health?
El enfoque One Health parte de una realidad incontestable: la salud humana, la salud animal y la del medioambiente están interconectadas. La aparición y propagación de resistencias a los antibióticos es un ejemplo claro: no basta con promover un uso prudente de los antibióticos en personas y animales, también debemos evitar que sus residuos acaben en el entorno, donde pueden contribuir a generar resistencias.
Por eso, desde la industria farmacéutica apoyamos plenamente las campañas que promueve el nuevo PRAN, como las que fomentan el uso de los Puntos SIGRE para la correcta gestión de los antibióticos no utilizados. Este es un ejemplo concreto y eficaz de cómo el compromiso medioambiental se traduce en una mejora directa de la salud pública.
El medioambiente no puede ser el eslabón olvidado del enfoque One Health. Si queremos avanzar hacia una salud global sostenible, debemos integrar el cuidado ambiental como parte esencial de nuestra respuesta frente a los grandes desafíos de salud pública. En ese camino, la colaboración entre administraciones, profesionales sanitarios, pacientes y sociedad general e industria farmacéutica será fundamental.
Este año se cumplen 24 años de la puesta en marcha del sistema SIGRE. ¿Cómo valora los logros alcanzados con esta iniciativa medioambiental y sanitaria creada por la industria farmacéutica?
Ante todo, ¡felicidades! Porque cumplir 24 años siendo el proyecto colaborativo de mayor éxito entre industria farmacéutica, distribución y farmacias y seguir creciendo bajo los principios de la transparencia y la colaboración es más que un logro.
Seguidamente, quiero recordar que, efectivamente, allá por 2001, la industria farmacéutica puso en práctica los principios de responsabilidad ambiental por los que siempre se han distinguido sus compañías, asumiendo no solo la gestión de los envases de los medicamentos, como exigía entonces la legislación medioambiental, sino también la de los residuos de medicamentos no utilizados o caducados. Siete años después de la creación de SIGRE, la Ley de Garantías y Uso Racional del Medicamento y Productos Sanitarios plasmó en su articulado la importancia de establecer sistemas que permitan gestionar correctamente los residuos de medicamentos que se generan en los hogares.
Desde entonces, SIGRE se ha consolidado como un modelo de referencia en Europa, capaz de integrar de forma ejemplar la protección del medioambiente y la salud pública. Los logros hablan por sí solos: más de 22.000 Puntos SIGRE instalados en las farmacias de toda España, millones de ciudadanos concienciados sobre la correcta gestión de los residuos de medicamentos y cifras muy significativas de ahorro en emisiones de CO₂, consumo de agua, energía y materias primas. Pero más allá de los datos, lo más valioso es que SIGRE ha contribuido a cerrar de forma segura y sostenible el ciclo de vida del medicamento, evitando riesgos para el entorno y promoviendo la economía circular en un sector tan exigente como el nuestro.
En la actualidad, está vigente el Plan Empresarial de Prevención y Ecodiseño (PEPE) de envases del sector farmacéutico para el periodo 2024-2028. ¿En qué medida cree que estos Planes están ayudando a las compañías a transitar hacia modelos de producción más circulares y sostenibles?
He podido conocer de primera mano que este plan representa una herramienta clave para acompañar al sector farmacéutico en su transición hacia modelos de producción más circulares y sostenibles. Con la coordinación de SIGRE, las compañías están integrando criterios ambientales desde la fase de diseño del envase, que es precisamente donde se determina gran parte de su impacto ambiental.
Y ya se han conseguido avances muy relevantes: desde la reducción del peso de los envases, hasta la incorporación de materiales más sostenibles o mejoras en la logística que reducen la huella de carbono. Además, el PEPE permite a las compañías innovar dentro de un marco regulatorio exigente, como es el del medicamento, garantizando siempre la seguridad y calidad del producto.
Estos planes también tienen un efecto tractor sobre toda la cadena de valor del medicamento y refuerzan el compromiso colectivo del sector con la economía circular. En definitiva, este plan es un ejemplo de cómo la industria farmacéutica está sabiendo anticiparse a los retos ambientales, trabajando con visión de largo plazo y con un enfoque claramente alineado con los objetivos europeos de sostenibilidad ambiental y One Health.
Desde enero de 2025, según se establece en el Real Decreto 1055/2022, todas las empresas deberán asumir la gestión de los residuos generados por sus envases comerciales e industriales. ¿Cómo se valora desde Farmaindustria el trabajo que está realizando SIGRE para ofrecer una solución colectiva que permita a las compañías farmacéuticas cumplir con esta nueva obligación?
Algo que siempre he pensado, incluso antes de llegar a la Presidencia de Farmaindustria, es el orgullo que siento, que sentimos en la industria farmacéutica, del trabajo que está realizando SIGRE para dar respuesta a los nuevos requerimientos establecidos en la legislación.
Ahora llegan nuevos retos, como la gestión de los residuos de envases comerciales e industriales. Contar con una solución colectiva, eficaz y adaptada a las particularidades del medicamento es esencial para el sector farmacéutico.
SIGRE está demostrando, una vez más, su capacidad para anticiparse y ofrecer una respuesta solvente y alineada con los principios de sostenibilidad y economía circular. Gracias a su experiencia en la gestión de los botiquines domiciliarios, ahora podrá asumir con solvencia los residuos de envases de medicamentos en hospitales, centros sanitarios y otros puntos del canal farmacéutico (¡creo que más de 120.000!), garantizando una trazabilidad rigurosa, seguridad medioambiental y eficiencia operativa.