EDITORIAL
La Conferencia de las Partes (COP) de la salud
El pasado 3 de diciembre marcó un hito en la historia de la Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, al celebrarse por primera vez el Día de la Salud; una iniciativa impulsada por la presidencia de la COP28, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta celebración, que busca poner la salud en el centro de la acción climática y generar certezas sobre la íntima relación que existe entre la salud humana y la salud planetaria, ha proporcionado el escenario ideal para abordar de forma global los problemas interrelacionados de salud y medio ambiente, alineándose así de manera natural con el enfoque One Health.
El enfoque One Health abarca diversos aspectos, como la pérdida de biodiversidad, la contaminación de los ecosistemas o el impacto del cambio climático en la propagación de enfermedades. Porque para abordar las amenazas que existen sobre la salud de las personas, los animales y el medio ambiente, se requiere una comprensión integral y acciones coordinadas.
En España, el sector farmacéutico se encuentra fuertemente comprometido con este enfoque, y lo demuestra trabajando desde hace años de manera colaborativa para reducir el impacto medioambiental de sus operaciones, en línea con su objetivo fundamental, como es mejorar la calidad de vida y cuidar de la salud de las personas.
A este doble propósito, sanitario y medioambiental, contribuye de manera definitiva la correcta gestión a través de SIGRE de los residuos de medicamentos y sus envases: desde el punto de vista sanitario, disminuyendo la automedicación incontrolada entre la población y mejorando su uso responsable, y desde el punto de vista medioambiental, realizando un tratamiento más sostenible de los residuos.
Unas buenas prácticas medioambientales que, siguiendo la jerarquía establecida para el tratamiento de los residuos, contribuyen a reducir de forma significativa las emisiones de gases de efecto invernadero. Gracias a las medidas de ecodiseño que las compañías farmacéuticas aplican para conseguir envases más sostenibles, a la logística inversa utilizada para la recogida de los residuos y al reciclado de los materiales de los envases de medicamentos depositados por los ciudadanos en los Puntos SIGRE de las farmacias, se ha logrado evitar la emisión a la atmósfera de 85.000 toneladas de CO2 y se ha conseguido un ahorro en el consumo de 400 millones de kWh de energía y 65 millones de litros de petróleo.
De esta forma, el sector farmacéutico español sigue contribuyendo activamente a la lucha contra el cambio climático al tiempo que mejora la salud de las personas mediante la reducción de la contaminación del aire y la mejora de nuestro medio ambiente
