EDITORIAL
Artificieros climáticos en la lucha contra el calentamiento global
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha lanzado una clara advertencia con motivo de la reciente presentación del nuevo informe del Grupo intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés):
«La bomba de relojería climática está haciendo tic-tac. Pero el informe de hoy del IPCC es una guía para desactivarla. Es una guía de supervivencia para la humanidad. Como muestra, el límite de 1,5 grados es alcanzable. Pero hará falta un salto cuántico en la acción climática».
La lucha contra el cambio climático es una de las prioridades del sector farmacéutico, al constituir la mayor amenaza para la salud mundial del siglo XXI.
Como gran alianza medioambiental de todo el sector, llevamos muchos años trabajando como artificieros climáticos para impedir que se alcance en este siglo un calentamiento de 1,5 grados, el límite por encima del cual los expertos consideran que las consecuencias en forma de fenómenos meteorológicos extremos serían especialmente catastróficas para toda la humanidad.
Gracias a las innovadoras medidas de prevención y ecodiseño que aplican los laboratorios farmacéuticos en los envases, a la logística inversa que aporta la distribución farmacéutica al funcionamiento de SIGRE y al reciclado de los materiales de los envases depositados en los Puntos SIGRE de las farmacias, hemos logrado evitar la emisión a la atmósfera de más de 50.000 toneladas de CO2 y ahorrado más de 376 millones de Kwh y el consumo de más de 60 millones de litros de petróleo.
Pero no nos conformamos. Seguiremos siendo ambiciosos en esta lucha vital para el planeta, respaldados por un sector farmacéutico que apuesta firmemente por la sostenibilidad y la reducción de su huella ambiental.