EDITORIAL
El momento de afrontar nuevos retos juntos
A pocos días de despedir el año, toca hacer balance de este complejo 2022 y reflexionar sobre los grandes retos que, en breve y como consecuencia de importantes cambios normativos, tendrá que afrontar el sector farmacéutico en relación con la gestión de los residuos que se generan por los medicamentos que pone a disposición de la sociedad.
Para SIGRE, el 2022 ha sido un año de trabajo intenso. Un año en el que la colaboración ciudadana, el esfuerzo de los agentes del sector -laboratorios, distribuidores y farmacias- y el apoyo de las autoridades sanitarias y medioambientales, han permitido seguir consolidando un sistema que sitúa a España a la vanguardia en el tratamiento de estos residuos.
A la vista de los resultados alcanzados hasta ahora, podemos sentirnos orgullosos de los beneficios ambientales y sanitarios que esta iniciativa está aportando a la sociedad. El reciclaje de los medicamentos se ha convertido ya en una práctica habitual en la mayoría de los hogares españoles, contribuyendo también a la revisión periódica del botiquín doméstico y a un uso más responsable de los medicamentos.
Pero no todo está hecho; ni mucho menos. En 2023 -como avanzaba- un tsunami normativo modificará completamente la gestión de los residuos de envases en nuestro país. La nueva Ley de residuos y el Real Decreto de envases que se aprobará en las próximas semanas son normas muy ambiciosas, que incorporarán nuevas obligaciones para seguir avanzando hacia una economía circular.
Entre estas nuevas obligaciones destaca la ampliación de la responsabilidad de los productores a la gestión de los residuos de envases comerciales e industriales, que no solo supondrá una mayor carga económica para ellos, sino también la obligación de diseñar y poner en marcha sistemas colectivos que permitan garantizar el correcto tratamiento medioambiental de estos residuos.
En el ámbito del medicamento la nueva responsabilidad alcanza especialmente al tratamiento de los residuos de envases comerciales que se generan en todos los centros sanitarios. Desde SIGRE estamos ya trabajando y colaborando con la industria farmacéutica para establecer la forma más eficaz y eficiente para abordar este gran reto.
Somos conscientes de la dificultad que conllevan estas nuevas obligaciones y responsabilidades, pero desde SIGRE las afrontamos con optimismo e ilusión, respaldados por un sector farmacéutico que apuesta firmemente por la sostenibilidad y el cuidado de la salud de nuestro planeta.
